Técnica conservadora que evita la endodoncia en casos seleccionados, requiere de la más actualizada gama de biomateriales y de técnicas desarrolladas. Se realiza en casos bien seleccionados, regularmente de pacientes con daño moderado del tejido pulpar al interior del diente, en adolescentes con daños avanzados por caries, donde existe posibilidad de reparación por el organismo, por lo que todo va encaminado para ayudar al cuerpo a recuperarse más rápido y mejor, se conserva la sensibilidad a las pruebas térmicas como frio y calor. Es un procedimiento con los mismos protocolos de desinfección de una endodoncia pero conservando la vitalidad del diente aprovechando el potencial de reparación del propio organismo.